Aún cuando no se cuenta con referencia documental que nos permita determinar con exactitud los orígenes de la plaza principal de Teocaltiche, Jalisco, es muy probable que se remonte a los inicios de la colonización llevada a cabo por los españoles hacia mediados del siglo XVI.
Al igual que en todas las fundaciones de esta época, la plaza constituyó el espacio central abierto por excelencia en torno al cual se desarrollaban las principales actividades de la población, sobre todo el comercio.
Es hasta los albores del año 1900 cuando empieza a aparecer material gráfico que nos permite determinar con certeza las características exactas de la entonces llamada “Plaza de la Constitución” de Teocaltiche
Sus orígenes son inciertos, sin embargo es probable que sea hacia el último cuarto del siglo XIX, si consideramos las primeras imágenes documentales en las que aparece como “Plaza de la Constitución” en referencia probablemente a la Constitución de 1857, así como a la estructura superior del kiosco, elaborada en fundición de hierro de estilo ecléctico característico de esta época.
En esta etapa la plaza presenta una planta rectangular circundada por dos andadores con bancas en sus costados. El exterior de aproximadamente 5 m. de ancho, era de losas de piedra blanca de tamaños irregulares conocida localmente como “Luxor” sin juntas calavereadas y presentaba algunos salientes en su perímetro exterior donde se ubicaban las bancas. El andador interior de unos 4 m. de ancho, aparentemente de cemento era flanqueado por bancas en sus dos costados. Las bancas contaban con tres soportes de hierro fundido con ornamentos florales y tanto el asiento como el respaldo lo formaban largas tablas de madera de mezquite.
De los cuatro extremos de la plaza así como de los cuatro costados corrían hacia el centro andadores de unos 3 m. de ancho, sin bancas lo que definían ocho áreas ajardinadas de forma triangular. Estos andadores estaban flanqueados por unas pequeñas esculturas de la libertad colocadas asimismo sobre pequeñas columnas que definían el acceso hacia un andador circular en torno al kiosco, el cual contaba con bancas en su perímetro exterior. Entre el andador central y el kiosco existía un área ajardinada de planta circular delimitada por cuatro secciones semicirculares en forma de banca. El kiosco se localizaba al centro de la plaza. Su basamento era de planta octagonal con pilastras en las esquinas y una pequeña cornisa en la parte superior. En el lado oriente con vista hacia el edificio de la Presidencia Municipal contaba con una puerta por la que se debía acceder hacia las escaleras que permitían subir al kiosco. El techo del kiosco era de estructura de hierro fundido cubierto al exterior de lámina, muy probablemente de cobre, sostenida por 8 columnas. En la parte superior entre columnas se formaban 8 pequeños frontones, cubiertos así mismo con lámina con pequeñas decoraciones en forma de estrellas. Entre éstos y las columnas presentaba una decoración triangular a base de motivos florales. La cubierta en su interior al igual que el piso se encontraba recubierta con madera. El espacio entre columnas en la parte baja contaba con un barandal decorado a su vez con motivos florales.
En las áreas ajardinadas del costado Oriente se encontraban dos monumentos con las esculturas de Hidalgo al Sur y de Benito Juárez al Norte.
Es en la década de los 30’s cuando se lleva a cabo una ligera intervención a la plaza. En ella se modifica el acceso al kiosco, para lo cual se eleva el nivel del piso en torno al kiosco, para disminuir la altura de su basamento y poder subir por medio de una escalinata que se construyen en su lado Oriente.
También se le añaden unas salientes en las aristas del basamento en forma de contrafuertes. El resto del conjunto aparece sin cambios.
A principios de los años 40’s nuevamente se hacen adecuaciones a la plaza.
Se cubre el área central en torno al kiosco con piso de mosaico y se sustituyen las bancas de hierro con madera por otras sólidas fabricadas con cemento en colores amarillo y rojo.
En los andadores centrales que van de norte a sur aparecen unas fuentes, que no son perceptibles en imágenes de periodos anteriores por lo que se desconoce si fueron construidas con anterioridad o si fueron colocadas en esta época. En este periodo son demolidas dos manzanas de edificios que se encontraban en el costado poniente de la plaza, ampliando considerablemente la sección de la calle colindante.
Entre los años 1960 y 1964 se llevan a cabo nuevamente trabajos de remodelación de la plaza.
En ellos se eliminan los pasillos centrales que corren de norte a sur y desaparecen las fuentes que se encontraban sobre los mismos. Se juntan los dos andadores perimetrales en uno solo y se recubren con mosaico con una greca decorada sobre las orillas. Se le añadEn arbotantes con cinco luminarias con figuras de dragones. Se añade en las áreas ajardinadas cerca de la esquina norponiente una escultura con el busto de Venustiano Carranza.
Es en el año de 1975 donde la plaza principal de Teocaltiche sufre la destrucción de su esquema tradicional para ser sustituida por otra nueva, típica de las ideas “modernizadoras” en boga, empleadas por las autoridades en curso.
El kiosco es sustituido y reubicado. Remplazándolo por otro de características arquitectónicas bastante cuestionables.
Las calles circundantes a la plaza en sus costados norte, poniente y sur son clausuradas al tráfico vehicular y junto con una sección de la calle del costado poniente son anexadas a la plaza, aumentando considerablement su extensión. La nueva traza disminuyó considerablemente el área en torno al kiosco y provocó la deformación del andador perimetral, presentando anchos diferentes en sus cuatro costados.
Este hecho curiosamente coincide con la pérdida de una tradición muy arraigada en la población de dar vueltas en torno a la plaza los días domingo de cada semana. La costumbre dictaba que las mujeres y los hombres caminaran en filas y sentidos opuestos unos a otros, pero la nueva traza provocó que al pasar por el andador en su costado sur, al ser su sección sumamente estrecha, provocaba una constricción en el paso de las personas, lo que motivaba que las mujeres fueran molestadas por los hombres. Este hecho fue provocando que se fuera dejando poco a poco dicha costumbre, la que prácticamente no existe en la actualidad.
Toda el área peatonal se cubrió con adoquín de cemento (de mala calidad), utilizado comúnmente en obras de gobierno de esa época. Las bancas fueron sustituidas por otras de fundición totalmente metálicas y se colocó una división de las áreas ajardinadas con ondas sobrepuestas de acero.
Las esculturas que se encontraban en las jardineras fueron trasladadas al extremo sur de la plaza, cercanas a las fachadas de los edificios colindantes. Al costado norte de la plaza quedó una gran explanada que conectó los edificios que anteriormente estaban separados por la calle y se coloco en medio de la misma dos fuentes de planta cuadrangular carentes de decoración, las que años más tarde vinieron a desaparecer.
Tras haber sobrevivido durante mas de un siglo sin cambios significativos a su traza tradicional, la Plaza Principal de Teocaltiche ha sido víctima de las políticas “modernizadoras” de los últimos años, la cuales han provocado pérdidas irreparables en el patrimonio de nuestras localidades.
La transformación sufrida en la remodelación de 1975 provocó la pérdida irreparable de prácticamente todos los elementos históricos tradicionales que le sobrevivieron durante más de un siglo. En el proyecto de las actuales autoridades municipales. se ve de manifiesto que al igual que en su última remodelación, no fueron considerados los aspectos históricos, estéticos, plásticos, visuales, ni tradicionales requeridos para un proyecto de tal importancia.
Ya que se pretende realizar una mejora, el proyecto debió plantear revivir los elementos importantes de la plaza antigua, como lo serían el regularizar las dimensiones de sus andadores , el ampliar el área en torno al kiosco, el utilizar materiales característicos de la región, el proponer un diseño que contemple la rehabilitación de jardines (tratando de utilizar variedades de plantas nativas de la zona) y un proyecto de iluminación que destaque las características estéticas tanto del proyecto como de su entorno.
El problema es que siempre se realizan obras publicas con el fin de dejar una efímera huella del paso por una administración local y se llevan a cabo proyectos sin el mas mínimo respeto a las tradiciones y a nosotros mismos como comunidad hace falta un mayor compromiso con el rescate y conservación de nuestro legado histórico y cultural.
AGRADECIMIENTOS
Se agradecen los datos aportados por el arquitecto Humberto de Alba y a los archivos fotográficos del sr, Enrique Anda y de José Antonio Delgadillo L.
Todo se acabo, como dices, solo quedaran imagenes antiguas de lo que alguna vez fue una parte de nuestra cultura. Ya lo nuevo llega para excusar sobre todo una manera de robar. ¡Malditos ratas, malditos sean!.
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